En esta carta quería hacerte un pequeño recorderis de un pedasito de mi vida con las matemáticas desde que era niña hasta ahora que ya soy toda una mujer. Todo comenzó cuando empezamos a hacer primero, las dos “amigas inseparables”, grandes aventuras emprendíamos juntas a la hora de ir al colegio y sobre todo en las clases de la profesora Hermelinda, horas donde nos llenábamos de miedo al pensar que ella nos iba a pegar si no hacíamos los números bien. Toda mi aventura con las matemáticas se empezó a vivir desde el día que aprendí a hacer mi primer número, feo pero lo ice. Desde allí, cada año transcurrido fue un avance increíble pues ya comprendía temas que yo antes miraba y no tenía ni idea de cómo realizarlos, los años fueron pasando y la dificultad fue creciendo, cada día eran temas más difíciles y requerían de mucha atención para poder llegar a comprenderlos. Los años pasaron y empecé a hacer sexo, al principio creí que iba a ser muy complicado, pero al fin y al cabo eran casi los mismos temas del año anterior, así que por ese momento me sentí mejor. En octavo todo se me des configuró, comenzamos a ver álgebra, pequeños casos de factorización que hasta el momento me resultan un poco difíciles de entender, pasando los años la dificultad era mayor, ya los temas no eran nada parecidos a los de sexo y yo me sentía perdida entre ese mundo de números incomprensible. Ahora estoy en once y es más difícil de lo que tú crees, ya casi me graduó pero aun el miedo invade mi cuerpo pues no he presentado las pruebas ICFES y quiero sacar un buen promedio para demostrarle a mucha gente que creyeron que no iba a poder que si o logré, todo gracias a los valores de responsabilidad y honestidad que mis padres junto con mis maestros me enseñaron durante todo este camino. El día de mi grado estaré muy orgullosa de ellos como de mí pues sé que ante toda dificultad pude lograrlo. Esto era lo que te quería contar amiga, espero te haya gustado. Te quiero mucho
Nohemi Caviedes Alarcón
No hay comentarios.:
Publicar un comentario